Además de las cuantiosas pérdidas materiales, desbordamiento de ríos/quebradas y fuertes corrimientos de tierras, esta situación puso en riesgo de inseguridad alimentaria a cientos de familias de la zona costera por no tener posibilidad de dedicarse a tareas propias de la actividad pesquera y agrícola. De hecho, se constata que los cultivos se habían visto afectados anteriormente en un 80% por sequía, sufriendo, con las lluvias, una afectación en un 60% por inundación.
Ante la envergadura de la emergencia y su escasa repercusión mediática, destinamos 2.726 € a la Fundación Maquilishualt, la cual, además de ser nuestro referente y trabajar en la zona afectada, tiene probada experiencia en la gestión de emergencias, ya que trabaja a nivel nacional en la Mesa Permanente de Gestión de Riesgo y a nivel regional forma parte del Programa de Fortalecimiento de Capacidades de Gestión de Riesgo.
Las necesidades primordiales de asistencia inmediata consistieron en la distribución de paquetes alimenticios pero también paquetes lúdicos (juegos y balones) destinados a los niños y niñas que vivieron la emergencia en los distintos albergues habilitados.