Según el Observatorio del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales -MARN, los municipios con mayor registro en acumulación de agua fueron Santa Isabel Ishuatan, Izalco, Ahuachapán, Santa Ana y Sonsonate, de los departamentos del occidente del país. Además de las cuantiosas pérdidas materiales, desbordamiento de ríos/quebradas y fuertes corrimientos de tierras, esta situación puso en riesgo de inseguridad alimentaria a cientos de familias. Las necesidades primordiales de asistencia inmediata fueron Kits de higiene personal, mascarillas, agua embotellada, leche, medicinas, mantas y alimentos no perecederos destinados a las familias que vivieron la emergencia en los distintos albergues habilitados.
Las autoridades salvadoreñas dividieron sus esfuerzos para atender la pandemia del COVID-19 y los estragos de las lluvias.
Ante la envergadura de la emergencia y su escasa repercusión mediática, destinamos 6.000 € a la Fundación Maquilishualt, la cual, además de ser nuestro referente y trabajar en la zona afectada, tiene probada experiencia en la gestión de emergencias, ya que trabaja a nivel nacional en la Mesa Permanente de Gestión de Riesgo y a nivel regional forma parte del Programa de Fortalecimiento de Capacidades de Gestión de Riesgo.